DE ODIOSA DEUDA A DEUDA ODIOSA
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Carlos Glez. (ABP)
En los presupuestos generales del estado para 2013, destaca la partida destinada al pago de los intereses de deuda, que casi duplica al destinado al desempleo, pese a encaminarnos hacia los 6 millones de parados.
Concretamente, la partida de deuda supone 38.589,55 millones de euros (10.000 millones más que un año antes), frente a los 26.993,70 millones previstos para el gasto en prestaciones para los parados.
En el gráfico podemos observar la escalada de los intereses, que desde 2008 a 2013, se han incrementado en un 232% (21.980 millones más).
¿Qué ha hecho evolucionar la deuda de nuestro país a estos niveles?. Si echamos una ojeada al siguiente gráfico, se puede comprobar que la deuda pública de nuestro país ha evolucionado de forma más o menos adecuada.
Por el contrario, la deuda privada se ha disparado a límites insostenibles. Pero, si la deuda pública no se ha disparado, ¿por qué se han disparado sus intereses?
Entre los factores que inciden en el espectacular aumento de los intereses de nuestra deuda, cabe destacar:
- El rescate de los bancos españoles, impuesto por la Troika (CE, BCE y FMI) y especialmente por la banca alemana, con el dinero público, sin la aprobación de los ciudadanos. De igual forma que el estado no se hace cargo de las deudas contraídas por las empresas, con independencia de su gestión, tampoco debiera hacerse con los bancos, simplemente tendrían que haberse declarado en quiebra, para que el fondo de garantía cubriese a los pequeños ahorradores y en el caso de rescate de algunas cajas de ahorros, las mismas debieran de haber sido nacionalizadas, a todos los efectos.
- Las políticas del BCE que, mientras impiden la financiación de los estados, nutren a la banca de cuantiosos prestamos al 1%. Si a ello unimos la especulación dirigida al mantenimiento de altos valores de nuestra prima de riesgo, ya tenemos cubiertos los requisitos para el expolio total de los ciudadanos españoles:
- Los bancos financian al estado a un módico 6 ó 7%, obteniendo así, al menos, un 5% de ganancia “sin hacer nada y sin riesgo”.
- Gracias a esta financiación, el estado puede rescatar a los mismos bancos que le financian, es decir, el banco obtiene un pingüe beneficio de su propia deuda y deja los “activos tóxicos” al estado. El beneficio para el banco, las deudas para los ciudadanos.
El proceder de la banca, de la mano de nuestros políticos, es cuando menos inmoral y sobre todo actúan de forma hostil hacia los ciudadanos, poniendo por delante sus intereses a los de la nación, detrayendo el dinero de pensiones, sanidad, educación, ayudas sociales, investigación, etc, hacia su beneficio, sin importarles lo mas mínimo, las penalidades en que están sumiendo a nuestro pueblo.
Mariano Rajoy (3/8/12) manifestaba que España tendrá que hacer frente el próximo año al pago de 8.000 millones de euros más de lo previsto para abonar los intereses de la deuda emitida.
En esas fechas el gobierno preveía destinar para 2013, la cantidad de 25.342 millones de euros en concepto de intereses de la deuda emitida, a los que había que sumar dichos 8.000 millones de euros, es decir 33.342 millones de euros.
En tan solo dos meses, se pasó de los 33.342 millones a los actuales 38.589, un desvío del 15,7% (5.247 millones), ante lo cual solo caben dos posibilidades, o son manifiestamente incompetentes para la economía o recalcitrantemente mentirosos. Una tercera posibilidad, la más probable, es que sean ambas cosas.
Por si fuera poco, el Gobierno anunció que recurrirá al fondo de las pensiones, de los que sacará 3.063 millones para hacer frente a gastos de Tesorería. Hasta ahora nunca un gobierno se atrevió a tocar los fondos, que a los trabajadores españoles se nos ha obligado a depositar en las arcas del estado, para garantía de nuestras pensiones.
De cualquier forma, lo que queda patente es que nuestros sucesivos gobiernos nos han sumido en una deuda infame, en beneficio de las oligarquías europeas, en contra de los intereses de los ciudadanos y del país.
Las actuaciones de nuestro gobierno, de espaldas a los intereses ciudadanos, al servicio de oscuros intereses, manifiestamente contrarios al beneficio de la ciudadanía, legitiman al pueblo español para rechazar una deuda que no nos pertenece, que es una estafa a la ciudadanía, que ni tenemos ni debemos pagar, que se ha contraído contra nuestros legítimos intereses, que su pago vulnera los derechos fundamentales de los españoles y que por tanto nos permite que sea declararla como DEUDA ODIOSA.
¿Qué es una deuda odiosa?